lunes, 3 de julio de 2017

SEMANA 21 ORGANISMOS INTERNACIONALES DE CRÉDITO FMI




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Fondo Monetario Internacional (FMI)
El Fondo Monetario Internacional es un organismo especializado del sistema de las Naciones Unidas establecido mediante tratado en 1945 para contribuir al estímulo del buen funcionamiento de la economía mundial. Con sede en Washington, el gobierno del FMI son los183 países miembros, casi la totalidad del mundo. El FMI es la institución central del sistema monetario internacional, es decir, el sistema de pagos internacionales y tipos de cambio de las monedas nacionales que permite la actividad económica entre los países. Sus fines son evitar las crisis en el sistema, alentando a los países a adoptar medidas de política económica bien fundadas; como su nombre indica, la institución es también un fondo al que los países miembros que necesiten financiamiento temporal pueden recurrir para superar los problemas.
El FMI y el Banco Mundial están dirigidos por intereses económicos hostiles dispuestos a apoyar varios regímenes autoritarios o dictaduras. En el marco de los Programas de Ajuste Estructural (PAE), el FMI y el Banco Mundial determinan las severas condiciones para proporcionar créditos a los países en desarrollo. Estas medidas refuerzan la posición del capital pero empeoran la situación de la mayoría de la población mundial. La eliminación de regulaciones sociales y medioambientales y el recorte del gasto público causan la inaccesibilidad a los servicios de sanidad y educación, el aumento drástico del coste de vida, la pérdida de puestos de trabajo, el paro y la reducción de los derechos sindicales.
El impacto en la agricultura es especialmente devastador, puesto que se suspende la producción destinada a la autosuficiencia local y los países están obligados a cultivar monocultivos para la exportación, lo que lleva a la escasez de alimentos y, en algunos países hasta al hambre. El impacto de las actividades del Banco Mundial en el medio ambiente es igualmente devastador, los proyectos megalómanos del Banco Mundial acaban en la destrucción de ecosistemas locales como también en el desplazamiento forzado de millones de personas. El resultado de estas políticas son millones de refugiados que no tienen sitio en sus países de origen, son criminalizados y tratados con desprecio por los poderes que han causado su desplazamiento. Nos oponemos a las restricciones racistas que se aplican a la inmigración en toda Europa y defendemos la libertad de movimiento de todas las personas.
El FMI ha sido tal vez el abogado por excelencia de una economía sana. Y es cierto que la estabilidad ayuda a los más pobres, y que obviamente una buena macroeconomía es condición de estabilidad. También es cierto que el ordenamiento económico ha ayudado a disminuir (aunque no lo suficiente) la volatilidad de nuestras economías, que afecta especialmente a los más pobres. Y tiene razón el doctor Tanzi cuando dice que el crecimiento es la condición necesaria para cualquier política social y que en general los países aumentan más que proporcionalmente su inversión social cuando crecen.

Pero, si el FMI realmente quiere tener una visión profunda del tema de la pobreza, es también necesario que amplíe su perspectiva y reflexione sobre algunos errores que ha cometido en el pasado.
Un tema de frecuente discusión con los funcionarios del Fondo ha sido el manejo del gasto social en las crisis. En esos momentos, sube más que proporcionalmente el número de pobres, y su recuperación posterior es más lenta. Algunos estudios demuestran que por cada uno por ciento de caída del PBI, se necesita después el 2,5 por ciento de aumento para volver a la misma situación que antes en los sectores de menores ingresos. Estas personas de menores ingresos sufren inmediatamente el desempleo, se ven obligadas a liquidar prematuramente sus escasos activos y hasta afectan el capital social de la familia con el abandono temprano de la escuela por los más jóvenes.

Objetivos del FMI
La FMI alienta la prosperidad mundial a través de:
La expansión equilibrada del comercio mundial.


La estabilidad de los tipos de cambio.
La evitación de las devaluaciones competitivas.
La corrección ordenada de los problemas de balanza de pagos.

Obligaciones
De acuerdo con los estatutos del FMI, los países miembros se obligan a colaborar con él y entre sí para asegurar regímenes cambiarios ordenados y a a promover sus sitema estable de tipos de cambio. En conscuencia, cada nación mibembro tiene entre otras las siguientes obligaciones:
Hacer todo lo posible para que sus políticas económicas sirvan al objetivo de promover el crecimiento económico ordenado, con razonable estabilidad de precios prestando la debida atención a sus desequilibrios internos.
Tratar de promover la estabilidad fomentando condiciones básicas ordenadas, tanto económicas como financieras, y un sistema monetario que no tienda a producir perturbaciones erráticas.

Papel del FMI en el presente
Por eso, y para evitar que se acumule el daño, el gasto social debería aumentar o, al menos, mantenerse constante aunque haya recortes en otras áreas del Estado. El FMI tuvo en este terreno una posición tradicionalmente dura y sólo en 1997 pudimos negociar que las "redes de seguridad social" tuvieran un tratamiento preferencial dentro del presupuesto. Pero su posición en este terreno no es definitiva, como en cambio sí lo es la del Banco Mundial, y sería bueno que el FMI tuviese una perspectiva más cercana a la del Banco e incentivara la creación de fondos sociales anticíclicos, como ya lo ha hecho para el sistema financiero.
Otro terreno en el que el Fondo ha tenido una posición demasiado superficial es el del mercado laboral. El paradigma de "ordenamiento macroeconómico más flexibilización igual a crecimiento y equidad" no ha funcionado así. El mercado de trabajo está fracturado en dos mercados, uno "exitoso" y el otro marginal, que explican en alto porcentaje la inequitativa distribución de los frutos del crecimiento durante la última década. El paradigma simple, entonces, no alcanza y requiere una mirada más compleja y aceptar la posibilidad de intervenciones del Estado para compensar las diferencias en productividad y capital humano que están causando tanta pobreza.
Finalmente, el Fondo debería repensar sus propuestas para la privatización y el ordenamiento de sistemas sociales, como la salud y la previsión social. No hay duda de que la eficiencia del sistema es vital y tiene de por sí un efecto social importante, pero las reformas no pueden ignorar otras variables que resultan relevantes para el equilibrio general, como la universalidad y la solidaridad. En un marco de alto desempleo y problemas sociales, estos sistemas deben asegurar acceso a todos y financiamiento diferencial en función de capacidades, lo que implica mecanismos de redistribución interna. Con estas características, contribuirán a moderar las tendencias inequitativas que se han presentado hasta ahora en nuestras economías.

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