ÉPOCA ANTIGUA
PLATÓN
ARISTÓTELES
Nicolás Maquiavelo.
Es considerado el padre de la
Teoría del Estado y la Ciencia Política; fue de origen florentino y vivió entre
los años de 1469 y 1527.
Su principal obra política es El
Príncipe, mismo que dedico a Cesar Borgia con la obvia intención de obtener del
mismo, varios favores políticos.
Maquiavelo utiliza en dicha
creación, por ocasión primera, la palabra Estado para referirse a las tiranías,
principados y reinados en que se encontraba dividida Europa.
A lo largo del Príncipe, se
evidencia que la palabra Estado es utilizada en su antiguo sentido latino
statum que deviene del verbo estare y cuyo significado se reduce a situación o
condición.
Y efectivamente el objeto de
dicho libro es compilar toda una serie de normas políticas, organizadas
conforme a una lógica que permitiere al monarca mantener la situación que hasta
entonces había caracterizado al poder; para aumentarlo a efecto de reafirmar su
soberanía y presencia en su nación, sin necesidad de modificar las condiciones
del régimen de gobierno.
Los pensadores ilustrados se
ocuparon posteriormente en precisar el fenómeno que ya Maquiavelo había
vislumbrado y que llamo Estado.
LOS CONTRACTUALISTAS
Thomas Hobbes.
De origen inglés, vivió entre
1588 y 1679. La principal de sus obras de teoría política fue intitulada como
Leviathan. En ella supuso como propósito de los gobernantes lograr el orden
social a partir del caos que provoca la vida comunal en una situación que
favorecía la lucha de todos contra todos en un mundo carente de moral.
Hobbes explica que los hombres,
ante las injusticias que sucedían durante la convivencia en el Estado Natural,
se reunieron para convenir en un pacto social una serie de principios que la
generalidad aceptó y en consecuencia sirvió para regir a la universalidad de la
población y subsecuentemente, esos mismos hombres eligieron a un representante
común que velara e hiciera respetar dichos convencionalismos, el cual se
personifico con el monarca, una vez firmado el contrato, los seres humanos se
abandonaron al impulso de sus pasiones, volvieron a cometer las injusticias que
habían caracterizado a la sociedad. Los reyes, se dedicaron entonces a la tarea
que les había encomendado, controlar y gobernar a los seres humanos para darle
un orden al caos en el cual subsistía la sociedad de su nación.
Con Hobbes apreciamos que al
Estado se le deja de dar una explicación desde el ámbito teológico y se concibe
a la población como un elemento que en un primer momento tiene la posibilidad
de determinar e imponer al gobernante que dirija la nación, una serie de normas
generales a las cuales debe someterse.
John Locke y la escisión entre el Estado y el Gobierno.
De origen inglés vivió de 1623 a
1704, sus obras importantes son El Ensayo sobre el Entendimiento Humano y el
Ensayo sobre el gobierno Civil y el Contrato Social.
Locke se refiere a la naturaleza
del hombre de forma distinta a Hobbes, lo define siguiendo a Aristóteles, como
un animal político, cuya esencia lo ha conducido a determinar la sociedad. El
pacto social implica una relación mutua. Si en Hobbes, el contrato llevaba a
abdicar los derechos individuales para ponerlos en manos de una persona, Locke
afirma por su cuenta que el pacto es bilateral y se aplica tanto a los
ciudadanos como a los legisladores y al rey, que es ciudadano como los demás.
El poder del rey tiene bases legales, y el rey no puede actuar en contra de las
bases que han servido para establecerlo en el poder
La trascendencia del pensamiento
filosófico de Locke reside en que plantea el derecho y la obligación moral que
yace en la población para provocar la revolución cuando el gobierno actúa de
forma contraria a la confianza que se le ha depositado.
Se empiezan a definir los
perfiles del Estado a partir de las teorías de Locke, quien hace participar
como integrante de esa entidad a la población, que se une por costumbres y
leyes en un territorio definido, y el gobernante se vislumbre como defensor de
sus súbditos.
El pensamiento de Locke, se ve
influido por los logros que obtuvo la burguesía con las revoluciones del siglo
XVII; y por conducto de sus ideas, el Estado deja de ser considerado, como
hasta entonces lo había hecho el dogma religioso, como el medio para conducir a
la perfección el abnegada alma de las criaturas humanas, para tornarse en la
entidad que asegure el respeto de los derechos de los individuos.
Las ideas hasta aquí expuestas,
así como los hechos que provocaron impactaron a la sociedad de la Europa
continental del XVIIII, sobre todo a Francia, ejemplo de absolutismo, y en
donde profesores, financieros, burgueses, abogados y muchos eclesiásticos de
órdenes menores comenzaron a difundir dichas ideas entre los sectores
paupérrimos de la población
Juan Jacobo Rousseau.
Nacido en Ginebra, vivió de 1712
a 1817. En 1741 se estableció en París, donde tuvo contacto con el
enciclopedismo, conoció a Diderot y Condillac; sus principales obras son El
progreso de las ciencias y las artes y La corrupción de las costumbres, y su
Discurso sobre la desigualdad entre los hombres.
Rousseau considero que el Estado
favoreció el desarrollo científico y tecnológico, que son las principales
causas de la perversión e infelicidad humanas.
Apunta que el pasado del hombre
debió darse en circunstancias naturales, primitivas y felices, en las cuales,
los humanos vivían en una verdadera libertad; y consideró que el avance
científico y tecnológico, sólo favorecieron la esclavitud del hombre y el
surgimiento de mayores diferencias entre los miembros de la sociedad.
El piensa que cuando los hombres
se reunieron a firmar el pacto social, se dio el proceso de civilización, cuya
consecuencia fue el surgimiento de la propiedad y del egoísmo, y el
sometimiento de la voluntad de cada uno de los individuos a la voluntad de la
generalidad.
Por ello a la vista de Rousseau,
debería ser destruida tanto la civilización como el Estado y todos aquellos
artificios que se han creado para limitar la libertad de los individuos. Sin
embargo, igualmente advierte que el proceso de civilización, así como el
desarrollo cultural y político son en principio irreversibles.
El legado de la postura de este
pensador a la Teoría del Estado fue el de aportar una serie de aspectos y
principios morales a las actividades que el estado realiza limitando los
derechos individuales.
Carlos Secondat Barón de Montesquieu.
Montesquieu era de origen Francés
y vivió de 1689 a 1755, su obra máxima y monumento del pensamiento ilustrado
fue el Ensayo del Espíritu de las Leyes. Este ilustrado tuvo el mérito de haber
apoyado el desarrollo del movimiento enciclopedista.
Evocando los logros de la
población británica frente a la monarquía y usando el método experimental
comparativo, Montesquieu observó que el sistema parlamentarista es el mejor
garante de los derechos de la población ante el absolutismo.
Montesquieu observó que el Estado
era una organización social; pero dicha organización no provenía de la firma de
algún pacto o contrato, más bien de la conveniencia de ciertos principios
fundamentales e inviolables, previstos en el orden de una Constitución.
Montesquieu considera que es por
medio de la creación e imposición de leyes al rey por vía del Parlamento y la
resolución de controversias a través de la Corte que se puede acceder a la
libertad que busca el ser humano con la creación del Estado.
El ideal consiste justamente en
alcanzar la libertad máxima dentro de las posibilidades dictadas por las
circunstancias naturales e históricas. Para ello precisa en primer lugar, una
separación de poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, tal como Montesquieu
la encontró en la Inglaterra de su tiempo, en cuya Constitución vio el ideal
político deseable para Francia
Respecto al ejercicio de la
función ejecutiva, Montesquieu consideró que entre el despotismo, la monarquía
y la democracia, la mejor depositaria para su desarrollo, debía ser
decididamente la monarquía.
La función ejecutiva así asignada
al monarca, debía ser limitada de tal manera que se evitara que pudiera derivar
en el despotismo, sobre todo a causa de que era una función unipersonalista.
Al tenor del pensamiento de este
filósofo se comenzaron a considerar a cada uno de los elementos del Estado: el
territorio, la población y la soberanía.
También con el pensamiento de
Montesquieu, el Estado se conjuntó y definió en adelante como una entidad de
naturaleza jurídica.
Posteriormente los pensadores del
siglo XIX van a elaborar y desarrollar la Teoría del Estado, y se van a dedicar
a definir sobre todo cuáles son los fines que debe de perseguir dicha entidad.
Immanuel Kant.
De origen alemán, vivió de 1724 a
1804, sus principales obras son La crítica de la razón pura y La crítica de la
razón práctica.
Para Kant el soberano de los
Estados es el pueblo, y la expresión de esta idea se cristaliza en el proceso
legislativo a partir del cual se tutelan los derechos y las libertades
individuales.
Para Kant el soberano de los
Estados es el pueblo, y la expresión de esta idea se cristaliza en el proceso
legislativo a partir del cual se tutelan los derechos y las libertades
individuales.
La obra legislativa que del
parlamento emana, debe someterse a la organización establecida por el pacto y
el contrato sociales.
Por lo que para Kant, el origen
del Estado, y por ello el de su naturaleza política se puede encontrar en el
Contrato Social. La finalidad del Estado se sostiene a partir del
reconocimiento y del respeto de los derechos individuales.
Kant comprende la libertad moral
del conjunto social, dicho respeto sólo se puede conseguir mediante la Ley.
Kant estima que el componente de
todo Estado, en esencia son sus hombres, ellos deben someterse principalmente
al fin de su moralidad, y buscar en el Estado la posibilidad de la realización
de ese fin; el Estado no deberá por eso pretender usar a los hombres como
medios para conseguir sus propias metas.
Juan Amadeo Fichte.
Nació en Alemania y vivió de 1762
a 1814, sus principales obras son el Destino del Hombre, El sistema de la moral
y Sobre la noción de la teoría de la Ciencia.
Discípulo de Kant, es considerado
como el principal forjador del nacionalismo alemán. En su análisis del Estado,
el filósofo se dedica a estudiar la función que la entidad debe asumir frente
al fenómeno económico. Así se constituye como uno de los iniciadores de las
ideas socialistas de la Teoría del Estado.
Fichte estima que junto a la
fundamentalísima tarea se asegurar el goce de los derechos individuales
regulando las relaciones públicas y privadas, tiene el Estado la función de
organizar y distribuir el trabajo dando a los individuos la posibilidad
efectiva de realizar sus actividades dentro de esa distribución. Debe asimismo
regular los cambios a fin de prevenir las consecuencias de sus fluctuaciones
desventajosas y promover la cultura general en todas sus manifestaciones
constructivas
Jorge Guillermo Hegel.
Nació en Stuttgart y vivió entre
los años de 1770 y 1831. Su sistema filosófico es denominado como idealismo
lógico o absoluto, para él existe el ser puro, como idea.
Hegel estima que el primer
principio político es el Derecho, y en consecuencia le da al Derecho un lugar
prominente entre sus definiciones, entendiéndolo como la causa de persistencia
histórica y matriz de la política.
Hegel explica que el hombre se
sabe cómo ser social y como tal se regula a sí para lograr la esencia de su
naturaleza, que es la libertad, así surge el Derecho como un principio común a
todos los hombres y que es el mismo que da sentido a la existencia del Estado.
Afirma el filósofo que nada
existe por sobre el Estado excepto lo absoluto, que es la libertad del hombre.
En este sentido el hombre ha
creado diversas formas de Estado en su devenir histórico, con el objeto de
lograr la liberación del espíritu.
Por consecuencia y toda vez que
el Estado tiene por primer móvil a la libertad, no podrá considerarse según
Hegel, al Estado como un deber ser, sino como la expresión de una ética superior.
Ya en sociedad, el hombre en la
libertad garantizada por el Estado, tiene la posibilidad de realizar sus
propios fines, y lograr subvencionar sus requerimientos, con ello cada
individuo satisface sus propias carencias y se logra el beneficio de la propia
generalidad social.
A partir de las ideas de Hegel se
considera un sistema ético que permea desde el ámbito individual al social y
finalmente a todo el Estado.
Hans Kelsen.
Nació en Praga, su principal obra
la Teoría Pura del Derecho. Es continuador del idealismo romántico iniciado en
Alemania por Schellin y Heguel.
Hans Kelsen se opone a considerar
al Estado desde ámbitos sociológicos, políticos, históricos, económicos o
cualquier otra posición que no libere la definición de Estado de cualquier contenido
ideológico que lo contamine.
Kelsen considera que una visión
desde cualquiera de esos aspectos, sólo ofrece una perspectiva parcial de lo
que debe de considerarse como Estado.
Su estudio partió de una lógica
que persigue librar la explicación del Derecho de cualquier elemento ajeno a su
naturaleza.
Kelsen aprecia que la naturaleza
o ser del Estado, desde su rigen se ha encontrado determinada por le estructura
que precisa el contenido de la norma jurídica fundamental del mismo y que es la
Constitución, la cual tiene por contenido el deber ser del propio Estado.
Así Kelsen pone en tensión la
naturaleza ontológica del Estado entre dos opuestos: el ser y el deber ser.
Como síntesis, el filósofo
termina por identificar al Estado con el conjunto de preceptos que lo norman.
El Estado sólo puede ser y se limitará al marco que le sea impuesto por la
norma jurídica, de esta manera Teoría del Estado y Teoría del Derecho se
identifican y se vuelven sinónimas.
El Estado no puede ser aquello
que la norma jurídica no contemple. Por ello el Estado según Kelsen, debe de
interesarnos por la forma y el contenido de los preceptos legales.
Con la teoría Pura del derecho,
se alcanza un grado de abstracción que demuestra la complejidad que puede
lograr al ocuparse del Estado.
En realidad ni el estado ni el
Derecho pueden ser verdaderamente y totalmente aislados de las realidades
sociales, históricas, políticas e incluso geográficas que sobre ambos influyen.
Pero en la explicación del estado
y su esencia no se puede dejar de considerar la Teoría Pura de Hans Kelsen para
asumir una posición filosófica frente al fenómeno que nos ocupa.
No es propósito de este capítulo
agotar todas las apreciaciones, que no dejen de ser interesantes y que se han
formulado respecto al Estado, sin embargo, consideramos que son útiles las
definiciones y consideraciones aquí vertidas, sólo como un mero punto de
partida de lo que debemos de considerar por el mismo.
CADA ESTUDIANTE ELABORARA UN PLEGABLE CON CADA TEORICO
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